LA COMUNIDAD...
Érase una vez una comunidad de vecinos bien avenida, donde todos solían estar a una, como en Fuenteovejuna, y donde nunca había habido un problema grave. Eso sí, era una comunidad muy particular pues no se regía por las democráticas leyes al uso, sino por otras un tanto peculiares como más adelante os contaré. Y un día pasó lo que antes o después tenía que pasar, y es que se presentó un grave problema que a todos atañía y, por tanto, entre todos debían buscarle una solución. Se había producido un socavón en las escaleras entre el quinto y el sexto piso y obviamente a esa situación había que buscarle una solución inmediata y satisfactoria para todos. Inmediatamente el presidente de la comunidad convocó una asamblea general extraordinaria, que era lo que correspondía ante una situación de esta gravedad según las peculiares leyes de esta comunidad. Unos días después se abría la asamblea con la presencia de los cuarenta y ocho vecinos, y tras exponer la delicada situación en que se enc